La Honestidad no es una virtud, es una obligación

sábado, noviembre 04, 2006

7 meses



El señor que aparece retratado sobre esta líneas (el gran Carlos Gardel para los no entendidos) cantaba, en uno de sus míticos tangos, que veinte años no es nada, imagínense entonces lo insignificantes que resultan al lado de eso los siete meses que este blog ha estado "callado".

Después de las críticas de dos incondicionales (un asturiano y un misterioso playero) por la no actualización de este medio de expresión, después de las apariciones de nuevos blogs cercanos y debido a otra serie de factores externos, esta "Honestidad Brutal" vuelve a estar abierta, esperemos que por un tiempo indefinido o al menos el suficiente como para no recibir los "piropos" de los anteriores sujetos (dicho esto con todo el cariño).

Como bien decían ambos, han pasado en mi vida los suficientes acontecimientos (la mayoría buenos, gracias a Dios) como para dedicarles unas líneas. Pero nunca es tarde para referirlos aunque sean en breves apuntes.

Poco después de la publicación del primer post, este humilde servidor de ustedes logró escapar de las garras de un tirano escondido tras un bigote y con una mala leche sólo equiparable a la espesura de su mostacho, que trataba de castrar la creatividad que uno cree tener. En fin, tanta paz lleves como descanso dejaste en mí y que te sonría la vida aunque no lo merezcas.

También fueron merecedoras de un escrito las hazañas de mi equipo del alma: El Sevilla F.C., en dos noches mágicas; el 10 de mayo y el 29 de agosto forman parte ya de mis recuerdos inolvidables. Especialmente la primera: "La noche que por fin fuimos grandes". El equipo que un día me hizo llorar (aquel descenso contra el Oviedo, nunca se me olvidará) ahora estaba levantando una Copa de Europa. Después de padecer tres años (en dos etapas) en segunda división, mi Sevilla reina en Europa y maravilla en la competición doméstica. Gracias Joaquín y gracias Juande.

Durante estos siete meses hemos sido también Campeones del Mundo de baloncesto, quién se lo iba a decir a un chaval de 8 años que allá por 1988 se levantaba a las 7 de la mañana para ver como la selección española del deporte que amaba era cosida a triples por los canguros australianos en las olimpiadas de Seul, o que cuatro años más tarde caía humillada ante Angola bajo la atenta mirada del mismo chaval que pasaba parte de sus vacaciones en la sierra madrileña. En definitiva, gracias Pepu por hacer que este recuerdo dulce haya borrado en parte a los anteriores.

Como decía en el primer escrito dedicado a Andrés Calamaro, este año venía cargado de proyectos del artista argentino de los cuales el que les escribe ha dado buena cuenta de ellos, especial por muchas cosas fue el recital que dio en Madrid el 21 de junio en el Palacio de Congresos presentando su último disco (por el momento) de tangos titulados "Tinta Roja", ya que por las venas del Comandante no hay sangre sino tinta de ese color. Gracias a "Chorlas" y muchas gracias Alez.

Este ha sido un breve resumen de los últimos meses que estuve en silencio, ha habido momentos buenos y otros no tan buenos, porque recuerden que "no todo el valle es orégano" y que a veces la vida "puede ser maravillosa" y otras veces no tanto. Espero que no pasen otros siete meses para el siguiente, que lo disfruten.

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1 comentarios:

  • Te olvidas de las insignias y distinciones de honor al pillamiento en tierra batida y asfalto, que has recibido estos meses... eso quita mucho tiempo, éh pillín! Bien merecidas por cierto :-P

    Creo que no hay mejor gasolina pa ti que empezar la noche con un concierto de Calamaro. Increíble sorpresa para mí, estuvo cojonudo... no olvido teeeeeo (sobre todo el conjunto de la noche, que fue mítica). Que pena que no sean todos los días.

    Bienvenido al bloggggggmundo otra vez. Con el tiempo que se pierde yo lo mismo me despido en breve... jajajajaja.

    Eres frande, teeeeeeeeeeeeeeeeeo, muy frande.

    De Anonymous Anónimo, A las 10:23  

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