"Unas veces te comes al león...

... y otras veces, el león te come a ti". Esa es una de las moralejas que nos deja la semifinal de la Copa del Rey disputada el miércoles a la noche entre el Athletic de Bilbao y el Sevilla.

El presidente Del Nido se había encargado las horas previas de calentar el partido, diciendo que se iban a comer al "león" desde la melena hasta el rabo, y precisamente esto último es lo que querían los hinchas bilbaínos que les comiera el ínclito José María, recordándoselo tras cada gol (zarpazo) de los leones, hasta tres. Pero Del Nido tiene las espaldas muy anchas y estas cosas sólo las hace para una cosa; librar de presión a sus jugadores, centrando en su persona toda la tensión de la hinchada rival.

Pero lo que de verdad ha quedado demostrado tras el "CHORREO" de ayer es que nos "entrena" un incompetente. Manolo Jiménez okupa el banquillo, dice que hace las alineaciones y dice que ordena los cambios haciéndose pasar por entrenador, cuando como todo el mundo sabe, un oso panda de trapo haría su trabajo exactamente igual que él.

Cierto es que nos tiene terceros en la Liga BBVA (cuñita p´al banco), que seguramente nos meta en Champions (aunque no me extrañaría que no fuera así) por segunda vez en nuestra historia, pero habría que analizar hasta que punto es mérito nuestro o demérito de los rivales (Valencia, At. de Madrid, Villarreal...), que esos sí que dan pena a todos los niveles.

Manolo Jiménez es entrenador de equipo pequeño, "amarrategui" como pocos, por jugar así echaron al mítico y muy añorado Joaquín Caparrós (¡vaya lección gratis le dió a su "alumno"), aunque la calidad de la plantilla de aquella época fuera muy inferior (sobre el papel) a la actual.

Porque a parte de la incompetencia de Manolo Jiménez también hay que señalar a un puñado de jugadores en los que se ha invertido un pastón y que apenas dan la talla. Como ese tipo con pinta de boxeador y actitudes de mafioso que okupa la banda derecha llamado Aquivaldo Mosquera; o como el tarugo tuercebotas que "organiza" nuestro juego y que responde al nombre de Romaric, o como Fernando Navarro, el lateral izquierdo campeón de la pasada Eurocopa que no es ni la sombra de lo que alguna vez dicen que fue; o como el "ex-jugador" Chevantón, que aunque no jugó ayer, en tres años apenas ha disputado una decena de partidos; o como el bueno del canterano David Prieto, que juega cuando no hay otro y que tiene calidad muy justita para jugar en Primera División.

Cuando se marchó Caparrós, cada día que pasaba quedaba un día menos para su retorno, ahora gracias a Dios, cada día que pasa es un día menos que nos queda por sufrir al incompetente Manolo Jiménez.