La Honestidad no es una virtud, es una obligación

jueves, noviembre 27, 2008

29, el 27


¿Se han parado alguna vez a contar las horas que llevan vividas?, ¿y los minutos? Yo acabo de hacerlo y hoy suman 254.232 horas, o lo que es lo mismo, 15.253.920 minutos. De estos quince millones largos, el reloj que preside este post ha marcado los últimos 527.040 en mi muñeca izquierda.

Los primeros que marcó cronometaron la decadencia, la pérdida de papeles total, el tocar fondo en definitiva. Pasados esos primitivos momentos le tocó contar unos días inciertos, muy duros; unos minutos en los que, como dice la canción de Amaral y Moby, sientes por dentro que todo se va; culminado con la escena en la quinta planta de la discoteca más grande de Madrid, abrazado a un fiel escudero.

Por suerte en esos primeros días de vida en mi muñeca también marcó el nacimiento de mi "sobri" Bollullo, felicidad y motivo de orgullo de todo un grupo de Muchachos, y que tras unos meses dificilillos ahora está recuperado y espectante ante lo que será una vida apasionante.

Sin saberlo ni él ni su dueño, estaba presente en el momento en el que me subí a aquella montaña rusa tan comentada en otros post. Si hubiera sido infiel a mis encabezamientos, este post se hubiera titulado "Un año en la Montaña Rusa". ¿Y qué he sentido allí tanto tiempo? La respuesta es vértigo, dolor, naúseas, risas, llanto, felicidad, impotencia, rabia y diversión a partes iguales. Ese descontrol controlado sobre mis actos y sentimientos, ese subir sin llegar a la cumbre, ese bajar sin llegar abajo del todo, es lo que ha hecho especial a este último año, y al llamarlo especial no quiero decir que haya sido ni bueno ni malo, es lo que tocó y es con lo que hubo que lidiar a base de capotazos de mejor o peor manera, pero siempre con estilo y casi siempre con una sonrisa en los labios, aunque por dentro no se estuviera igual.

Pero bueno, creo que hoy es un buen momento para cerrar una página definitivamente, seguir mis propios consejos, celebrar los "veintitodos" y disfrutar con lo que vendrá y con lo bueno de este último año, que también ha habido. Como la aparición de dos personas que tienen pinta de que van a ser muy especiales o como aquella cena del undécimo "17-O", nuestra mejor cena y noche, consumida al ritmo de dos magníficos "Montecristos" cortesía del escudero antes mencionado. Y hablando de puros, no quiero dejar pasar el placer condensado en 192 mm. de longitud y 15,08 mm de diámetro que supuso aquel "Cohiba Lancero" jerezano y aquellas dos horas, marcadas por el mismo reloj del que antes hablaba, que tardé en finiquitarlo y saborearlo.

Un año consumido al ritmo de excelentes habanos, saboreando la cantidad de éxitos en el deporte, disfrutando de buena música en directo y curando cicatrices, como ha quedado constancia en anteriores artículos.

Y de regalos, ¿cuando hablamos?. Lo haré al contrario de lo normalizado y mañana les dejo el mío para ustedes. GRACIAS.

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2 comentarios:

  • Felicidades, Soberano!!!

    De Blogger AleZ, A las 03:14  

  • Enorme, loko. En la mejor tradición de los últimos posts. Enhorabuena y ten presente que por esta tierra nunca te faltará un amigo (tampoco un ouro regateado a la diosa matrimonio) para celebrarlo con muchas risas, un copazo de lo que sea y un juego para quitarle el polvo a nuestro impredecible coco.

    Felices ventitodos!

    De Anonymous Anónimo, A las 16:54  

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