La Honestidad no es una virtud, es una obligación

domingo, agosto 17, 2008

DESCOMUNAL


Lo que convierte a los deportistas de élite en auténticos ídolos, es el conseguir cosas que no están al alcance del resto de los mortales.

En esta primera semana de los Juegos Olímpicos de Pekín hemos asistido a dos proezas reservadas únicamente a los más grandes: el récord del mundo de Usain Bolt en los 100 m. (9,69 s.), y las 8 medallas de oro de Michael Phelps en natación.

Quizá la imagen de los Juegos sea la del velocista jamaicano dejando de correr prácticamente a falta de 20 m. y entrando en la meta mirando a los lados con los brazos abiertos y golpeándose el pecho en una muestra de poderío descomunal.
Los entendidos afirman que con un poco de viento a favor (la carrera fue con 0,00 m/s) y no dejándose llevar, hubiera parado el crono cerca de los 9.55 s, una marca prácticamente imbatible y que probablemente la haga en cualquier meeting de atletismo con una descomunal cifra de dólares encima de la mesa.


El otro hito en lo que va de olimpiada la ha protagonizado el nadador estadounidense Michael Phelps, llegó a Pekín pertrechado con un mostacho en homenaje a Mark Spitz (7 oros en Munich 1972) y se fue con 8 medallas de oro colgadas en su cuello, y lo que es más impresionante en mi opinión: 7 records del mundo. Una hazaña de este calibre será difícil volver a verla, quizá en Londres si le llega la motivación para entonces, porque mejor que él no hay nadie.


Algún día podremos decir aquello de: “Yo ví nadar a Michael Phelps y correr a Usain Bolt, dos atletas descomunales”

Etiquetas: ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]



<< Inicio