La Honestidad no es una virtud, es una obligación

miércoles, agosto 13, 2008

DESCONECTAR


Desconectar es evadirse de los problemas, dejarlos atrás, aunque sólo sea por una semana.

Desconectar es estar a 643 km de Madrid, de esos problemas y de todo lo que les rodea, dejando la mente en blanco, olvidándose de todo.

Desconectar es volver a un rincón gallego con la promesa de una playa paradisíaca, 4 años después y 7 muchachos menos.

Desconectar es hacer un botellón en la playa anhelando volver a los 17 para no acabar la noche en algún “corralito”.


Desconectar es conocer la fiesta del Albariño en el día grande y sólo poder matarse un par de botellas de la pócima secreta gallega para acabar tirado en un parque y luego en una terraza fantaseando sobre la generosidad con que la naturaleza ha dotado a una joven quiosquera, mientras devoramos pipas como si las fueran a prohibir.

Desconectar es visitar la Isla de Ons y descubrir una pequeña porción del Paraíso en la Tierra después de 6.4 km de senderismo.

Desconectar es comer y cenar día tras día y noche tras noche los mejores manjares gallegos, que no son pocos.

Desconectar es dormir con manta en pleno mes de agosto mientras el resto del país sufre temperaturas superiores a los 40ºC.

Desconectar es emular al maestro Quintero en unas entrevistas imposibles, preguntándonos cosas que jamás nadie nos cuestionará.

Desconectar es recitar versos de Gabriel Celaya con la voz (¿sólo la voz?) rota.

Desconectar es estar tirado en la pequeña playa de Las Caneliñas los 4 expedicionarios fantaseando sobre el tanga rojo de la morena o sobre la autenticidad de las bondades de aquella rubia francesa.

Desconectar es darse hasta 3 baños en las gélidas aguas del Atlántico y ver como se te empequeñece hasta el aliento y ensayando cualquier filosofía oriental mientras la marea te arrastra donde quiera.

Desconectar es jugar una partida de dominó, de cartas o un “bebe” mientras cruzamos el umbral de los 3 Bombays-tónica.

Desconectar es cambiarse el nombre y por una semana ser Checho, Chucho, Pito y Chicho o practicar el lunfardo y ser Choche, Chochu, Topi y Chochi.

Desconectar es preguntarle a la noche y que ésta se muestre esquiva por pura probabilidad matemática.

Desconectar es dejarse fluir con la noche y que la diosa fortuna decida.

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1 comentarios:

  • Cómo no conmoverse con este post, trazos lúcidos de una aventura llena de serenidad, comida y risas. Pronto el silencio se llenará de música, Frappy, y entonces la voz rota se mezclará con los besos frente a la mujer que dará sentido a la montaña rusa de la que hablas ahí arriba. Entretanto, siempre nos quedarán los amigos, las bromas y una capacidad para asombranos que espero que nunca nos abanone.

    Un abrazo

    De Anonymous Anónimo, A las 05:54  

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