La Honestidad no es una virtud, es una obligación

lunes, octubre 19, 2009

Adiós, Jugón


Sábado 17 de octubre de 2009, son las 12 de la mañana y la tremenda resaca no me deja dormir más, la noche anterior los muchachos habíamos celebrado, adelantándonos un día, nuestro décimo segundo aniversario. El cuerpo me pide seguir durmiendo, pero la cabeza me va a estallar, me levanto y allí estaba el señor Paco leyendo el Marca, me dice "¿Sabes que se ha muerto Andrés Montes?", "¿qué coño dices?", le respondo yo, no me lo quería creer. Rápidamente devoro el artículo correspondiente, ¡me cago en la puta, no puede ser verdad!, acudo a internet e investigo y leo todo lo relacionado con el Negro Montes; la resaca parecía dejar paso a un sentimiento extraño, empatía creo que lo llaman. Todos los diarios deportivos o no, confirman la trágica noticia, definitivamente ya no disfrutaremos de su estilo narrando todo tipo de deportes.

Pasa el día con más pena que gloria, el partido de la Secta acaba 0-0, un marcador triste como añorando la alegría que imprimía Andrés a sus narraciones. Ese partido no lo hubiera contado nunca él, ya que después del Eurobasket de Polonia, la cadena presidida por Doña Rogelia prescindía de sus servicios; querían un narrador más académico, más soso y menos bufón que el inventor del Tiki-taka o del Fútbol con Fatatas.

El domingo sigue por los mismos derroteros, leo el magnífico artículo que mi socio Pete escribe en sus misteriosas en la playa y me paso la tarde viendo videos en youtube de las imposibles narraciones de Montes y Daimiel; me paro un momento y empiezo a recordar como llegó este simpático mulato a mi vida.

En la temporada 95-96, el "Día después" hacía un reportaje a un periodista que narraba creo que para Radio Voz, las hazañas del Atleti en su camino hacia el histórico doblete. Motes, risas, gritos, más risas y más motes, aquel tipo parecía estar loco pero resultaba gracioso.

La temporada 96-97 Canal Plus adquiría los derechos de la NBA y colocaba a Andrés Montes y a Santiago Segurola al frente de las retransmisiones, recuerdo perfectamente los partidos en diferido de la tarde de los viernes; yo me acomodaba en mi mesa de dibujo y me ponía a hacer la lámina de Dibujo Técnico con la NBA de fondo escuchando las extravagancias del aquel tipo mulato, rapado al cero, con gafas de diseño, ropa último modelo y pajarita, hablando de todo durante el partido, no solo de baloncesto. Por su pinta y sus conversaciones sobre buena música y comida parecía que estábamos ante un sibarita, un tipo que disfruta con todo lo bueno que tiene la vida.

Al año siguiente empecé la carrera, rápidamente me di cuenta de que para estudiar Arquitectura había que robarle horas a la noche para dedicárselas al estudio y al dibujo. Por la universidad corrían drogas de todo tipo para permanecer despierto por la noche, la ingesta de "catovit" y "red bull" era de lo más común, pero para mí la droga que me motivaba a permanecer insomne las duras noches de invierno eran los partidos de la NBA con Andrés Montes y Antoni Daimiel, ¡vaya pareja que formaron durante diez años!, de lo mejor que le ha pasado a este país si hablamos de retransmisiones deportivas. Era una mezcla de rigor y cachondeo que hacían de las noches de trabajo algo mucho más ameno. Las noches con Montes y Daimiel eran así de disparatadas:


El Negro y Daimiel nos traían cada noche a nuestra casa a las estrellas más rutilantes del mundo del baloncesto, por ahí pasaron Jordan, el debut de Gasol, los títulos de Shaq y Kobe. Todos con sus correspondientes motes: E.T. para Gasol, Melodía de Seducción Sprewell, Hilo de Seda Houston, Samurai Camby y tantos más, uno por cada jugón.

Terminé la carrera en 2005, tras año y medio de PFC con la NBA de fondo, la última vez que seguí la temporada completa y que me dejó el grato sabor de boca de seguir las finales entre San Antonio y Detroit en directo. Esa temporada habíamos empezado en radio "American Basket" y creo que hablo en nombre de todos los que componíamos aquel equipo, si digo que el Negro Montes fue nuestra única asignatura pendiente, jamás pudimos entrevistarle y ya no lo podremos hacer, ¡que putada!

Al año siguiente le fichó la Secta, buen dinero, mejor horario que en Canal Plus y más audiencia, pero su personaje le desbordó y le crecieron tantos detractores como admiradores. Formó parejas imposibles y deliciosas con Kiko, Salinas, Ferrer, Valdano, Epi, De la Cruz, Iturriaga, etc. y narró a su manera goles, canastas, medallas y un sinfín de anécdotas.

Este hijo de gallego y cubana, ¡vaya mezcla!, se despidió con una medalla de oro en el Eurobasket de Polonia y lo hizo con estilo y con una sonrisa en la boca, diciendo una vez más aquello de "la vida puede ser maravillosa", aunque por dentro le inundara la tristeza y la decepción.

Por lo visto este verano el equipo del cielo se quedó sin un defensa central y ficharon a Dani Jarque que se incorporó rápidamente al equipo de Antonio Puerta y formaron un equipo de jugones vacíos de un narrador igual de crack que ellos. Por eso el pasado viernes 16-O contrataron pagando su cláusula de rescisión a Andrés Montes, que ya está allí arriba cantando y contando a su manera los desbordes por la banda del sevillista y la clase y elegancia del perico a ritmo de tiki-taka, y por supuesto contando los pinchos de merluza que ponga Fernando Martín y los "ratatatatatatatatatatata" "triiiiiiiiiiiiiiiiiiiple" de Drazen Petrovic.

Descanse en paz Andrés, por aquí, al menos este fin de semana, la vida ha sido un poco menos maravillosa.

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3 comentarios:

  • Me he emocionado leyéndolo, Frappy. Un post muy cuidado. Se nota que el negro Montes nos tocó la patata y hacía las cosas más divertidas.

    Uno de los mejores relatos que te he leído: honesto, fluido y emocionante.

    Aunque lo mejor ha sido el final. Seguro que el negro Montes ya está retransmitiendo esos partidos llenos de jugones de leyenda. Leyendas como él, al menos para nosotros los muchachos.

    Un abrazo, jugón

    De Anonymous Anónimo, A las 17:06  

  • Gracias Pete por estas palabras, ¡qué sentimiento más raro tenemos! Aunque seguiremos disparatando con los recuerdos del Negro, que será inmortal, al menos para nosotros.

    Un abrazo craaaaaaaaaack

    De Blogger zerep79, A las 17:22  

  • Crack: emocionante y emotivo post. Otro que se nos ha ido demasiado pronto. Jamás olvidaremos su época dorada en el plus, pero seguro que seguiremos repitiendo para siempre "jugón", "crack", "espectacular" y tantas otras que gracias al negro Montes forman parte de nuestro vocabulario y de nuestras vidas.

    De Anonymous Anónimo, A las 23:14  

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