La Honestidad no es una virtud, es una obligación

lunes, abril 20, 2009

"Como Zidane en Pucela"



Ya era tarde, serían las 3.00 de la madrugada de un viernes, dos compadres están sentados en un incómodo sofá de un garito repleto de humo, no era la primera vez que ocurría esa escena, una vez al año, ese mismo viernes, se encontraban en ese bar y hacían balance de los 365 días transcurridos. La diferencia radicaba en que los únicos que parecían cumplir años de aquel pub eran esos dos compadres; unas vidas repletas de excesos les habían convertido en un par de “treintañeros” más acabados que "Las Grecas". Antaño eran los reyes de ese garito, las mujeres hacían cola para hablar, tomar unas copas y conquistar a aquellos forasteros, pero ahora pasaban de ellos e incluso alguna dudaba de la condición sexual de ese par de “pollos” que no paraban de hablar y reír entre ellos como si estuvieran solos en la multitud.

De repente surge entre el humo la figura de una espectacular rubia, si había cumplido los 20 era por poco; los dos compadres se miran, no dicen nada pero ambos saben lo que está pensando el otro, ¿recuerdas cuando éramos reyes?

El más joven, pero el más casado insta al otro a que abra el tarro de las esencias, quería volver a verle en acción. "no puedo, estoy reventado por dentro y por fuera, llevo más de 30 años bebiéndomelo todo y levantarme de este incómodo sofá supone un esfuerzo demasiado grande", contestó.

Ambos eran muy madridistas y el joven quiso picarle: "¡coño!, haz como Zidane en Pucela". El astro francés consiguió el 1 de febrero de 2004 en Valladolid el mejor "no gol" de la historia tras un tiempito bastante flojo y con la misma edad que el mayor de los protagonistas de esta historia. Ya cascao como pocos, Zidane recogió una dejada de ensueño de Ronaldo, le hizo una ruleta a Marcos, el lateral izquierdo de los blanquivioletas, regateó al portero (Bizarri) y la echó por encima del arco. La muestra clara de que por muy acabado que se esté, el que tuvo, retuvo.

Ni por esas reaccionó el viejo, aunque el ratillo disparatando sobre aquella jugada, resultó lo más gracioso de la noche. La rubia seguía allí plantada delante de nosotros, iba y venía constantemente, pero los que estaban de vuelta eran aquellos dos que cerca de las 4.00 de la madrugada decidieron poner fin a la noche. Cascaos y derrotaos salieron del garito y en la primera esquina se despidieron hasta el siguiente año, el joven tiró para su casa y quiero pensar que el viejo se dio la vuelta y volvió al bar a conquistar a la rubia, como antaño, como cuando Zidane en Pucela, en definitiva como cuando eran reyes, pero eso no lo sabré hasta el año que viene...

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martes, abril 14, 2009

Historias de un Palangana-2: Toni "Bota de Oro" Polster


Si Dassaev fue el que me guió hacia los colores sevillistas, el que lo empezó a afianzar fue el austriaco Toni Polster.

Unos meses antes de la llegada al conjunto hispalense del portero soviético, aterrizó en el mismo equipo, procedente del Torino, el gran goleador Polster. Venía precedido de unas magníficas campañas en el Austria de Viena (el quipo donde comenzó) con el que consiguió la bota de bronce de 1986 y la bota de plata al año siguiente.

Jugó tres temporadas en el Sevilla (88-89, 89-90 y 90-91) y se hinchó literalmente a marcar goles de todos los colores, especialmente con su exquisita y potente zurda y con la testa, como muestra un botón:


Especialmente prolífica fue su segunda temporada en la que marcó nada más y nada menos que 33 goles, que no le valieron para ser Pichichi de la liga española ("Ego" Sánchez marcó 38), pero sí para ser la mayor marca goleadora de la historia del Sevilla en una campaña.

En total disputó 113 partidos con la elástica blanca (102 en liga), anotando 57 goles (55 en liga), números que le significan como uno de los mejores delanteros de la historia de los de Nervión. Además de ser, con 44 tantos, el máximo goleador histórico de la selección de su país.

Pero su leyenda sevillista pudo haber sido mayor de no haber sido porque su carácter le jugó una mala pasada a mediados de su última temporada, en un partido disputado en el mítico Atocha frente a la Real Sociedad. Al ser sustituido lanzó su camiseta al mister Vicente Cantatore en señal de desprecio; esto le costó 500.000 de las antiguas, un partido de sanción por parte del club y la ruptura definitiva con el equipo que le trajo a España. Al acabar esa temporada se marchó al Logroñés y al año siguiente al Rayo Vallecano, en ambos equipos anotó 14 goles, pero ninguna de estas dos escuadras cumplió sus expectativas deportivas por lo que marchó a Alemania para golear primero en Colonia y después en el Borussia Monchengladbach antes de retirarse en el Salzburgo de su país.

Después de Polster llegaron a Sevilla grandísimos delanteros, pero ninguno de sus características, fue el último gran tanque y mi primer ídolo que triunfaba en Nervión, tras el fiasco de Dassaev.

Después de retirarse, no se sentó en un banquillo, ni se dedicó a dirigir un equipo, ni a representar futbolistas; en la actualidad Toni Polster se dedica a la música, en su país es uno de los más importantes, junto a su banda "Achtung Liebe" publicó en 2007 "Toni walk on" (40.000 copias vendidas) y en 2008 "I werd Narrish" que es doble disco de oro y de platino.

Les dejo con su gran éxito y les emplazo a la tercera entrega de "Historias de un Palangana":

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