La Honestidad no es una virtud, es una obligación

viernes, febrero 27, 2009

Historias de un Palangana-1: Rafaé


A la hora de explicar el porqué de mis colores, hay un nombre que me sale a bote pronto: Rinat Dassaev.

Supongo que no fue el primer partido que vi, pero sí fue el primero en el que algo me llamó la atención; era el día 25 de junio de 1988, yo estaba con mi padre en casa de mi abuela y ponían en televisión la final de la Eurocopa disputada en Alemania, jugaban Holanda contra la URSS, los tulipanes presentaban un once plagado de estrellas: Van Breukelen, Koeman, Rijkaard, Gullit, Van Basten etc., y en los soviéticos jugaban Rats, Aleinikov, Protasov, Belanov y un muro aparentemente infranqueable llamado Rinat Dassaev, el cual cuajó un soberbio torneo hasta que el mago Van Basten le marcó uno de los mejores goles de la historia del fútbol, ¿lo recuerdan?:



Por aquella época yo, como cualquier chaval, pasaba las tardes dándole patadas a un balón y, como Dios no me dotó de habilidad en los pies y además mi padre hablaba y no paraba de sus años como portero de colegio, siempre acababa jugando de guardapalos. Recuerdo que tenía varias equipaciones con sus rodilleras y guantes reglamentarios... ¡faltaría más! Esto hacía que siguiera atentamente las peripecias de los porteros en los partidos de fútbol y aquella actuación del mítico Dassaev, me marcó para siempre.

Tanto es así que cuando en Noviembre de 1988 aterrizó en Sevilla el sucesor del gran Lev Yashin ( La Araña Negra ), no dudé en hacerme seguidor de aquel equipo sevillano que vestía de blanco y en cuyas filas jugaba mi ídolo vestido de riguroso amarillo, desafiando con ese color a la mala suerte. Al poco tiempo, el gracejo sevillano le rebautizó y convirtió para siempre en Rafaé.

Lastimosamente Dassaev no tuvo mucha fortuna en las dos temporadas que jugó en el Pizjuán, aunque acompañado en el campo por Manolo Jiménez (el mismo que ahora se hace pasar por entrenador), Martagón, Diego, Salguero, Nando, Carvajal, Bengoechea, Rafa Paz, Polster y Conte; dirigido en el banquillo por el profesor Vicente Cantatore y en el palco por don Luis Cuervas, alcanzó la clasificación para la Copa de la UEFA en su segundo y último año.

Las lesiones, su afición a las bebidas espirituosas (se dice que tuvo tres accidentes de coche en el mismo sitio) y su ajetreada vida personal (llegó a España con mujer y dos hijas, una de ellas, la bellísima Elmira es nº 1 en el aeróbic defendiendo los colores españoles, y al terminar con el Sevilla las dejó aquí y se fue con una guapa sevillana a Rusia), hicieron que el último gran portero ruso y uno de mis mayores ídolos (el de Monchi también) no dejara poso en nuestra liga, pero... ¡¡¡qué le quiten lo bailao!!!.

En la actualidad Rinat Dassaev reside en Moscú donde dirige la "Academia Internacional de Fútbol y Guardametas" que lleva su nombre, al mismo tiempo que entrena a los porteros del Torpedo de Moscú.

Sin saberlo la llegada de Dassaev a España hizo nacer en mí el sentimiento sevillista, el amor a unos colores que posteriormente afianzaron otros de los que ya les iré contando.

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martes, febrero 24, 2009

"Perro de Chabola"


"Slumdog Millionaire" ha sido la gran triunfadora en la noche de los Oscar (8 estatuillas en total), y después de disfrutar cerca de dos horas viéndola, se puede decir que cumple las tres "B": Buena como pocas, Bonita como la historia que cuenta, aunque el escenario sea frecuentemente desgarrador, y Barata, ya que con 15 millones de dólares está a años luz de los presupuestos que se suelen gastar las grandes y casi siempre vacías superproducciones.

Jamal Malik es el protagonista de la cinta y el degradado barrio de Dharavi en Bombay, su escenario principal. La vida de este chaval desde niño hasta que se planta en el plató del concurso "¿Quién quiere ser millonario?" es el hilo conductor de la película.

La trama es la vida misma, la de un niño pobre en la India, muy bien contada, emocionante y de ésas que dejan poso, al estilo de "Babel" o "Crash" por ejemplo.
Se puede decir que es un cuento, una fábula en la que el verdadero premio del protagonista es ser buena persona y fiel a sus ideales, por encima del dineral que está en juego en el concurso. Decía Federico Luppi a Javier Bardem en "Éxtasis": "en la vida hay dos clases de personas: las que quieren dinero y las que no saben lo que quieren". Si Jamal tiene algo claro es lo que quiere y de cien veces, cien, no es el dinero que le ofrece el "Sobera" indio, que no conseguirá desconcentrar al humilde "chico del té".

Actores desconocidos pero muy creíbles dan vida a una de las mejores historias que me han contado jamás, a veces dura, a veces cómica, a veces desagradable, a veces tierna, pero siempre sensacional. Véanla y disfrútenla, no olvidarán nunca el nombre del tercer mosquetero, y descubrirán cómo un joven analfabeto puede hacerse millonario respondiendo preguntas... VIVIENDO

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